Descubre cómo realizar la postura del arco, una de las múltiples posiciones de yoga que puedes practicar.
Nuestra profesora, Ana Goicoechea, te cuenta cómo ejecutarla y enumera en una lista sus múltiples beneficios.
No dejes de realizarla en tus sesiones de esta disciplina milenaria y cuida tu cuerpo y tu mente con las indicaciones que te presentamos a continuación.
¡Be fit, be On!
La postura del arco, también conocida en yoga como Dhanurasana es una asana clásica del grupo de extensión. Su nivel de exigencia física es medio-alto, pero aquellas personas que no sean capaces de completarla también pueden realizar alguna variante menos exigente de la posición.
Para llevar a cabo esta postura de yoga el primer paso será colocarse tumbado boca abajo (advasana) en la esterilla, juntar las piernas y apoyar la frente en el suelo. Después tan solo tendrás que flexionar rodillas y nos cogerte con fuerza de los tobillos.
Una vez ahí inhala, elevando la cabeza y el pecho y seguidamente tirando con fuerza de los pies hacia arriba y hacia afuera. A continuación estira los codos y levanta bien los muslos y las rodillas del suelo, de tal forma que sólo quede apoyado el abdomen.
Lleva tu atención a la zona sacro-lumbar. Respira abriendo bien el centro del pecho y mantente en ella durante unas 6 respiraciones amplias.
Para terminar, inhala de nuevo extendiendo el cuerpo un poco más y exhalar para, poco a poco soltar los pies, bajar lentamente hacia el suelo y quedarte tendido boca abajo en la posición de descanso (advasana).
Beneficios de la postura del arco
- Aumenta la claridad mental y disipa la ansiedad.
- Favorece el funcionamiento de todos los órganos abdominales.
- Tonifica el plexo solar.
- Revitaliza los músculos oblicuos y rectos del abdomen.
- Previene congestión del hígado, trastornos pancreáticos, dispepsia, estreñimiento y gastritis.
- Proporciona elasticidad a la columna vertebral.
Contraindicaciones de la postura del arco
Se abstendrán de la práctica de esta postura de yoga todos aquellas personas que tengan una hernia abdominal o discal, cardiopatías, tensión arterial alta y problemas oculares. Por supuesto, si sientes dolor al realizarla tampoco deberías llevarla a cabo.
Ana Goicoechea, profesora de yoga del gimnasio Onfitness
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